miércoles, 23 de noviembre de 2011

Singapur

Viernes 18-Domingo 20
Estando en este enclave asiático, es casi un delito, no hacerse un viaje mínimo al mes, así que aprovecho la presencia de unos amigos en Singapur, para escaparme. En 4 horas estoy ahí.
Es inevitable compararlo con HK, excolonia británica, moderna, rica, rascacielos... sin embargo diferente.
Por un lado, urbanísticamente más bonita, más ordenada. Espacios más amplios, arquitectura más variopinta (los durian que componen el Teatro/Centro Cultural, el Hotel Marian Bay, y decenas de edificios y hoteles a cuál más espectacular. No obstante, la gente y la autenticidad de la ciudad es mejor en HK.

Una de las peculiaridades de SG, es su mezcla de razas, Chindios, Chilasios (estos motes son míos pero se entiende). De hecho muchos carteles están en 4 idiomas, inglés, chino, indio y malasio. 

El tema gastronómico es una experiencia en sí mismo, tenemos el pollo con arroz, el cangrejo a la pimienta, los satay, los roti prata (especie de pancake aceitoso, relleno de dulce o salado), los satay, los laksa, todo ello accesible en múltiples restaurantes 24x7 o en un sitio emblemático, Lau Pa Sat, una especie de mercado de restaurantes, en el centro las bebidas y al rededor chiringos de todo tipo, coreanos, japos, indios, chinos, malasios, viets... pruebo el que seguramente será uno de los platos con más personalidad, el Char kway teow, aquí tenéis una foto con Milo tea con hielo detrás (esto último no tan recomendable):


Pero vamos, esto es lo que hice mi última noche, solitario por SG, mis amigos ya estaban de vuelta a España.
Previamente hemos estado por el barrio chino, viendo una introducción a la ópera china en un pequeño café. Una amable mujer, elegante y culta, de origen chino, con un inglés de oxford, nos cuenta los orígenes de este pasatiempo con más de 600 años de antigüedad y con grandes dosis de paciencia, aquí podéis ver a las actrices, una hace de hombre, que nos hicieron la demo de 10 minutos:
Luego un paseo por la zona del famoso Merlion, una espece de Promenade (me gusta esta palabra francesa) lleno de terrazas de moda, con unas vistas semejantes a esta (ya pondré una foto mejor, aquí veis el Merlion echando agua por la boca):
Por último, nos tomamos una copa y una cervez en la zona de los Quays, complejo de ocio, con mútiples bares y donde se desmonta el primer mito de SG, la pulcritud de SG. Aquí hay puentes completos llenos de gente haciendo botellón, que cuando los abandonan, dejan tras de sí los respectivos restos, como en Madrid.
De vuelta a casa, la calle está tranquila, no se nota el ajetreo de HK, pero se camina tranquilo, la seguridad se respira sin apenas ver policía.
Al día siguiente, tras salir del cozy corner (lo de cozy creo que está en tono irónico), no sin haber visto alguna ratilla simpática por las plantas superiores, nos dirigimos a la noria, pero en una quiebro audaz dejamos de pagar los 10 € per cápita que piden por subir a la terraza del Marian Bay, donde por 1 € menos nos tomamos un cerveza con unas vistas como estas:
Sí, hay una piscina arriba, sólo los huéspedes pueden entrar y bañarse.
Más tarde, nos vamos a comer a Little India, barrio pintoresco lleno de tiendas de oro, electrónica, ropa, fruta, verdura y restaurantes. Aquí degustamos otra cosa típica chapati keema. Otra cosa que no debes dejar de probar es el zumo de lima por cierto, gran descubrimiento para mi.
Por último, como no, hay que probar esa fruta que huele a infierno y sabe a cielo, dicen, yo creo que sólo la primera parte es cierta, el durian. Parece ser que hay distinas calidades, yo preferí probar de los mejorcitos y para ello me alié con 3 chicas de origen chino, criadas en australia y su madre local, que era la que partía el bacalao, por mitad de precio probé algo de lo que sueles tirar el 70%, no está malo, pero empalaga.
Y volvemos a la soledad de la noche, donde tras el atracón en el Hawker de Lae pa Sat, degusto el famoso Singapur Sling, no en el Raffles, como parece ser típico, sino en un garito de Boat Quay donde están tocando en directo, un chino y una malasia, aquí está dicha bebida, la granadina se lleva el protagonismo, pero está bueno:
Vuelta a casa, investigo algún bar Hindi, casi no me atrevo a entrar, chicas vestidas de gala, casí haciendo bailes ensayados/coordinados a los chicos que están en las sillas, muy hindi para mi... mañana quiero ver algo, será mejor que vaya pensando en volver que me queda un paseito.
A la mañana siguiente, más me hubiera valido levantarme pronto e irme al jardín botánico, o a isla sentosa, la calle Orchaid no tiene nada que ver, la calle esa pseudocolinial perpendicular si acaso. Intento salvar el día cruzando el Fort Canning Park, no está mal, pero muchas cuestas y mucho asfalto, algún árbol majestuoso se puede ver. Desemboco en los quays de nuevo, me gusta esta vista en SG:

2 comentarios:

  1. Bueno, pero ya has enganchado a algún pive del cuello o no?

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  2. jajaja, todo se andará, ahora con las clases de kung fu quizá cambie mis técnicas mortales de defensa personal...

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